Papis este
es un artículo que encontré en la web. Espero que lo disfruten y les sirva.

¿Cómo
modificar una conducta?
Con frecuencia, lo ansiado por los hijos que presentan este tipo de conductas
no es obtener alguna cosa material, sino lograr la atención, la aprobación y el
afecto de las personas más significativas. No es que tengan unos padres que no
les quieren o que les rechazan, sino que necesitan que el afecto y la
aprobación se les manifieste de una manera más clara y más evidente. Lo que
quiere es llamar la atención, se dice. En este caso parecería lógico que, si le
prestamos la atención que reclama solucionemos el problema. En cambio esta
conclusión es absolutamente falsa. Al hacerlo así, lo que le estamos enseñando
es que obtendrá nuestro aprecio y atención presentando una conducta indeseable.
El camino para resolver de manera eficaz el problema de modificar esa conducta
de nuestro hijo que, a todas luces, le perjudica y trastorna nuestras
relaciones con él, pasa por las siguientes actuaciones:
Acciones
relacionadas con la conducta.
No prestes atención a la conducta indeseable, no le riñas, no hagas
comentarios. Sólo en algunos casos, hazle notar lo inapropiado de la conducta
de manera escueta, sin perder la calma y con un tono de voz no estridente.
En cambio presta atención a otras conductas deseables y muéstrale aprecio y
consideración.
Si la conducta es peligrosa, pon fin a ella lo antes posible. Si puede hacer
daño a otros, por ejemplo, será necesario separarlo y apartarlo; si el problema
es que se retrasa de manera exagerada, no le permitas salir en adelante.
No cedas nunca a sus requerimientos o imposiciones a pesar de su insistencia,
pero dale a entender que comprendes el sufrimiento que le produce su negativa.
No le riñas o grites en el momento en el que se está produciendo la conducta
indeseable. Actuar de esa manera, será tanto como claudicar ante su presión.
Además, al ponerlo en evidencia o tratarlo con gritos, aumenta su irritación y
su capacidad de juicio se enturbia más, con lo que sólo conseguiremos empeorar
la situación. Si la situación lo permite, distrae su atención hacia otro
asunto, cambia de tema o aléjate de él.
Organiza, con la colaboración de tu hijo, un registro de conductas positivas y
propón una recompensa para cuando consiga alcanzar una cierta cantidad. (En una
hoja de papel más o menos elaborada, puede ir acumulando pegatinas, puntos,
pintar cuadros, etc.)
Acciones
relacionadas con la comprensión de la conducta.
Ayúdale a
reflexionar sobre lo inconveniente de su comportamiento en otro momento, cuando
tu hijo esté tranquilo y con el juicio claro. Buscad entre los dos maneras
diferentes de actuar.
Ofrécele tu ayuda para mejorar la situación y el consuelo de tu comprensión.
Proponle la disyuntiva entre actuar de manera adecuada o asumir un castigo
relacionado con la conducta o bien con la pérdida de un privilegio. Puedes, por
ejemplo, darle a elegir entre cuidar las cosas y no estropearlas o pagar con su
dinero o con su trabajo la reparación de los daños. En otra circunstancia
puedes proponerle hacer sus tareas escolares aprovechando el tiempo y disfrutar
luego de tiempo libre o quedarse sin tiempo libre y pasar la tarde delante de
los libros.
En síntesis, se trata de proporcionarle nuevas experiencias que le enseñen
otras maneras de obtener el aprecio y el reconocimiento de los demás, de
ofrecerle consuelo y ayuda y entrenarle para reflexionar sobre su conducta para
que aprenda a tomar decisiones más acertadas.
José María Lahoz
García
Pedagogo (Orientador escolar y
profesional),
Profesor de Educación Primaria
y de Psicología
y Pedagogía en Secundaria